Son muchas y variadas las condiciones y requisitos, que debe evaluar los responsables de la selección de grupos de auditoría, o funcionarios que aspiren a convertirse en auditores de entidades privadas y del estado, por lo que a continuación relaciono algunas premisas a considerar:
- Título profesional y conocimientos en áreas afines a los procesos misionales y apoyo de las organizaciones.
- Reconocida experiencia en la metodología y normas aplicables en el proceso auditor, con especial entrenamiento en el manejo de procesos operativos, administrativos, legales, financieros contables y de gestión a través de perfiles interdisciplinarios.
- Visión global del negocio objeto de auditoría, con tacto para fijarse tareas en lo material, relevante e importante.
- Conocimiento en normas legales de la organización y sus procesos.
- Concebir la planeación como una cultura para lograr los resultados y poder administrar la auditoria con calidad.
- Capacidad de manejar excelentes condiciones de trabajo en equipo para encarar eficientemente relaciones interpersonales con el grupo de auditoría y la organización auditada.
- Poseer habilidades y capacidad técnica, para realizar su labor.
- Ser analítico, creativo, buen observador y sensato al momento de generar juicios.
- Poseer espíritu de instructor y docente como una manera de propiciar el mejoramiento y el logro de la calidad del organismo auditado y su entorno.
- Con sus resultados y actuaciones lograr el reconocimiento y respeto del auditado.
- Independencia de criterios frente al organismo auditado, reconociendo e informando las inhabilidades e incompatibilidades que se presente.
- Capacitarse en forma continua, en temas inherentes a la auditoria y lo relacionado con las organizaciones, competencias y procesos.
- Tener la capacidad de comprender la realidad social que lo rodea, como el de anticiparse a los hechos y dar las soluciones planteadas en un momento determinado.
- Capacidad de análisis y visualización sobre las consecuencias de las actuaciones presentes, con el ánimo de tomar una decisión acertada sobre las diferentes situaciones y que le corresponda intervenir.
- Poseer valores frente a la dignidad humana, la solidaridad y el sentido de pertenencia, como también el de conciencia social que le desarrolla el conocimiento de la Auditoria y sus resultados.
- Capacidad de afrontar los retos que se le presente en el ejercicio de su función de auditor.
- Contar con la suficiente capacidad y destreza para comunicarse de manera oral y escrita como fundamento, rigor y clave de todas sus actuaciones.
Reflexión. El auditor en lo posible debe contar con una formación integral, pero fundamentalmente consiente de la responsabilidad que implica sus juicios y opiniones frente a las organizaciones y la sociedad.
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